Piedad Coronada,
de luz... de luz.
Letania de colores, de asusencias, de ilusiones colmadas.
Piedad al fin llegada, al fin recibida, al fin hecha verdad.
En mi, serena y anhelada; Madre de otros, de mi quizas bienquerida.
Algo de dulzura en la hiel cotidiana.
Piedad de agua, sal y blanca oscuridad sobrevenida.
Rezos que son otra cosa que palabras, nuevas formas, mismas heridas.
Piedad. Dulzura que mitiga un instante la pena.
¿Pena?
La de estar vivo y no sentirla viva.
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