jueves, 29 de septiembre de 2016

Ojos viejos.


Es el rostro siempre añorado, el de otro tiempo, con el que aprendi a sentir que era Madre y Consuelo. El rostro sin restaurar, el de mujer mayor. ¿O eran lo ojos que la miraban jóvenes y ahora ya no lo son ?  Y el corazón, ¿envejecerá también?.
Hace mas daño la distancia que el tiempo. Aunque en realidad, también  es distancia. Nos aleja de lo que fuimos y solo el recuerdo hace las veces de fotografia que  asombra retazos  de aquello que ya no somos.


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